La primavera acoge con satisfacción al calzado abierto y las sandalias siempre han sido las favoritas de todas ya que incorporan estilos formales e informales. Cada tipo de zapato es diferente en su construcción, así que a la hora de la compra de un determinado tipo de zapato se necesita tener el conocimiento y la atención en los detalles.
Las sandalias son muy diferentes a los tacones y a los flats, porque la comodidad de las sandalias se basa en apoyar los pies en todos los ángulos rectos. El punto de apoyo en las sandalias no es la parte delantera del zapato pero sí en la plantilla y en la suela y es por esto que al comprar unas sandalias debes de concentrarte en los siguientes puntos:
La talla correcta
Las tallas de las sandalias varían de otro tipo de zapatos, algunos zapatos cerrados pueden encajarte a la perfección mientras que las sandalias necesitarás media talla más para dejar espacio en tus pies, pero sólo lo suficiente para no causar irritación en la piel. Si la sandalia es demasiada apretada, las correas pueden cortarte la piel y los pies se verán que cuelgan fuera de la plantilla.
No importa que tan lindas sean las sandalias, un tamaño incorrecto puede hacer que tus pies se vean menos atractivos. Por el contrario, unas sandalias con ajuste flojo puede formar ampollas alrededor de las áreas de las correas y causar otro tipo de problemas en la piel.
Tamaño del tacón
40mm de tacón es un tamaño recomendado. Los tacones altos no sólo tienen el riesgo de torcer el tobillos en alguna caída, pero el uso prolongado también puede dañar el tendón de la pierna y causar graves problemas en la columna.
Las correas se ven muy bien
Las sandalias vienen en 3 tipos diferentes de correas, la correa del tobillo, la correa delantera y triple correa. La correa la tobillo deberá envolver la parte posterior del talón, la correa delantera sujeta tu zapato al pie y la correa triple deberá ser lo suficientemente floja como para que los talones puedan levantarse ligeramente de la plantilla.